SIGUE
BAJANDO
En Guatemala nos vemos como una sociedad formada
por dos grandes grupos: indígenas y ladinos.
Esta forma de vernos tiene una larga historia.
LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
SURGIERON EN TIEMPOS
MUY REMOTOS.
CADA PUEBLO TENÍA SUS PROPIAS FORMAS
DE GOBIERNO Y PRÁCTICAS CULTURALES.
Escena de palacio donde un gobernante recibe ropa y plumas llevadas como tributo. Fotografía: Justin Kerr.
Fuente: La colección de Kerr http://www.famsi.org/spanish/research/kerr/palace.html
CON LA VENIDA DE LOS ESPAÑOLES CAMBIÓ
LA VIDA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.
John Speed, cartógrafo, Colección Engass, Mapa No. 8. Osher Map Library, University of Southern Maine, Estados Unidos.
LOS ESPAÑOLES DOMINARON A LOS INDÍGENAS
Y COLONIZARON EL TERRITORIO.
Fotografía: Bob Schalkwigk, Colección Museo de la Casa del Alfeñique, Puebla, México.
Para ver una descripción detallada del lienzo, visite: http://lienzo.ufm.edu/
MUY PRONTO SURGIÓ UNA NUEVA DIVERSIDAD
QUE VALORABA A LAS PERSONAS
SEGÚN SU ORIGEN Y COLOR DE PIEL.
Pintura anónima. Escuela mexicana, siglo XVIII. Colección del Museo Nacional del Virreinato, México. Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.
Más información sobre las pinturas de castas en: http://www.
A PARTIR DE LA COLONIA
LA DIVERSIDAD HA
SERVIDO PARA
JUSTIFICAR LA
DESIGUALDAD Y ÉSTA HA
SIDO REFORZADA
POR LAS LEYES.
El comercio interno se apoyó mucho en las redes que existían antes de los españoles y que se modificaron tras la congregación de pueblos. En la ciudad de Santiago se concentraba las tiendas en manos de españoles, pero había un pequeño comercio donde participaban extensamente indígenas, mestizos y mulatos. Además, existían los mercados en ls plazas centrales de los pueblos, también en la ciudad de Santiago.
El comercio más importante fue el que se enviaba al exterior, sobre todo cacao, añil, cochinilla y plata. Este comercio se dirigía a España pues estaba monopolizado por los comerciantes de la ciudad de Sevilla. Las autoridades prohibían el comercio entre las distintas colonias. Aunque había algunos puertos en el territorio de la audiencia, la principal ruta de envío de las mercaderías era por México.
La economía colonial descansó en el trabajo forzado de indígenas y en la esclavitud de la población de origen africano. Los indígenas estaban obligados ir por turnos a trabajar a las propiedades de los españoles. Este sistema se llamaba repartimiento. Los esclavos trabajaban en los ingenios y haciendas de las iglesias o de particulares. También lo hacían en propiedades menores de los españoles o de algunos mestizos que tenían propiedades.
Los mestizos, negros y mulatos se expandieron por todo el territorio, la mayoría se ubicaba como jornalero en las haciendas de ganado o en los obrajes de añil, que existían en la costa, el oriente y El Salvador. Otros se ubicaron en las propiedades españolas cerca de los pueblos indígenas.
En la ciudad de Santiago estaba la sede de la Audiencia de Guatemala, que gobernaba un territorio extenso desde Chiapas hasta Costa Rica. En esa época toda ciudad tenía el derecho de tener un cabildo (municipalidad). El de la ciudad de Santiago no sólo gobernaba la ciudad sino también todo el territorio del Corregimiento. Los españoles encomenderos y comerciantes dominaron el cabildo y lo gobernaron en función de sus intereses. El cabildo llegó a controlar la recaudación de impuestos y eso les dio mucho poder. La audiencia mantuvo muchos conflictos con el cabildo.
La ciudad de Santiago fue el gran centro de la vida colonial, lugar de residencia de principales españoles y de mucha población. En el siglo XVII es cuando mayor crecimiento tiene. La ciudad se extiende y presenta una arquitectura urbana donde los edificios gubernamentales, pero sobre todo los religiosos resaltan. En ese tiempo es la tercera ciudad más importante de América.
Para mantener a la ciudad se congregaron muchos pueblos indígenas, destinados a producir alimentos, trabajar para las propiedades de los españoles en un área que va de Chimaltenango a la actual Guatemala y para cobrar el tributo, llamado del Corregimiento del Valle.
La Iglesia Católica fue la institución religiosa dominante. Esta regía lo que hoy conocemos como Guatemala y El Salvador. Existían los religiosos regulares, que pertenecían a las órdenes misioneras, estos se encargaban de evangelizar a la población indígena y se ubicaron sobre todo en el occidente y norte de Guatemala, mientras los seculares eran los religiosos bajos las órdenes de los obispos y se ubicaron sobre todo hacia la costa sur y el oriente, incluyendo El Salvador.
La Iglesia llegó a tener muchas propiedades en la ciudad y en el campo, especialmente ingenios de azúcar y haciendas de ganado. La construcción de iglesias y conventos muestran su importancia.
La vida colonial se regía por el calendario y los rituales religiosos masivos. La religión fue la principal expresión cultural que unió a la sociedad tan diversa que existía en Guatemala.
LA COLONIA SE BASÓ EN EL TRABAJO DE INDÍGENAS,
MESTIZOS Y AFRODESCENDIENTES,
PARA EL BENEFICIO DE LOS ESPAÑOLES.
Desde 1850 el café se convirtió en el principal producto para exportar. Este dejaba muchas entradas al Estado, por lo que impulsó la producción favoreciendo la compra de tierras y la usurpación de otras. Muchos pueblos, especialmente indígenas, resultaron afectados.
Muchas personas compraron tierras o se las apropiaron para sembrar el café y así surgieron las fincas. Algunas de ellas llegaron a ser muy grandes.
Los cafetaleros se convirtieron en el grupo más importante del país. Ellos influían en el gobierno para que emitieran leyes en su favor, especialmente para obtener mano de obra y adquirir tierras.
En ese tiempo muchos extranjeros vinieron a Guatemala, algunos se mezclaron con la mayoría de la gente y otros se convirtieron en parte de la élite económica del país. Los cafetaleros más importantes eran extranjeros, sobre todo alemanes. Casas europeas compraron fincas y produjeron café para exportar.
La finca simbolizaba las principales relaciones sociales del país. La producción de café necesitaba mucha mano de obra en la época de la cosecha. Esta venía de los pueblos indígenas o de las fincas de mozos, muchas estaban muy lejanas de la finca en que trabajaban.
Los trabajadores que vivían en la finca eran mozos colonos y había jornaleros que llegaban a trabajar por temporadas. La persona que tenía una relación más directa con los mozos y jornaleros era el capataz.
El sistema utilizado para conseguir mano de obra era la habilitación, que consistía en que un contratista adelantaba dinero en algún pueblo a los mozos que iban a trabajar a las fincas. Los jefes políticos participaban en el reclutamiento de indígenas que no querían verse forzados a trabajar en fincas porque descuidaban sus propias cosechas.
Muchos abusos surgían de este sistema. Los dueños y los capataces robaban al medir tareas y pesas y rebajaban los jornales, que ya eran muy bajos, endeudando a los trabajadores. Además los mozos estaban obligados a comprar en tiendas de las mismas fincas. Al final, endeudados estos tenían que regresar a trabajar a las mismas fincas.
Las relaciones de trabajo eran jerárquicas y autoritarias, en las que la gente no tenía derecho a reclamar. Los gobernantes, a través de los jefes políticos avalaban la persecución y encarcelamiento de quienes se rebelaban o fugaban.
DURANTE MUCHOS AÑOS LA FINCA SIMBOLIZABA LAS
RELACIONES SOCIALES DEL PAÍS.
ENTRE 1492 Y 1934, MUCHAS LEYES REFORZARON
LAS DIFERENCIAS ENTRE INDÍGENAS Y LADINOS.
¿Y DESPUÉS QUÉ PASÓ?